
El maestro tiene una función esencial de mediador de la cultura y en el desarrollo del pensamiento del estudiante. Él planifica, organiza, selecciona, jerarquiza y ordena los propósitos y contenidos a ser trabajados. El debe garantizar que dichos propósitos y contenidos sean acordes con el nivel de desarrollo del estudiante, tanto a nivel cognitivo como socioafectivo. Su función esencial será la de favorecer y jalonar el desarrollo del estudiante; para ello, una condición indispensable es que sus niveles de desarrollo del pensamiento, de formación valorativa y de comprensión lectora sean altos, dado que solo así podrá impulsar a sus estudiantes a lograr dichos techos. Si él, por ejemplo, careciera de competencias inductivas, deductivas o argumentativas, muy seguramente no podría impulsar dichas competencias en sus estudiantes. De la misma manera, si no ha accedido a un nivel de comprensión lectora que le permita captar matices, formular hipótesis o hacer una evaluación crítica de los textos, muy difícilmente podrá llevar a sus estudiantes hacia una lectura interpretativa y crítica. Otra condición es que pueda realizar un seguimiento completo e integral del estudiante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario